Categories
CSS Blog

Mediation Perspectives: Visioning the Future and Dealing with the Past

 Flag of Concert of Parties for Democracy (Concertación)
Flag of Concert of Parties for Democracy (Concertación), a Chilean political coalition founded in 1989. Image: B1mbo/Wikimedia Commons.

Chilean director Pablo Larrain’s 2012 film No, about the 1988 plebiscite that brought an end to General Augusto Pinochet’s 17-year dictatorship, vividly captures the tensions between a society’s need to be forward-looking at times of political transition (be this at the end of dictatorship or at the end of violent conflict) and its need to deal with past injustice. On March 5th 1988 Chileans were asked to vote whether General Pinochet should stay in power for another eight-year term. The film focuses on the television campaign aired by advocates of the “No” vote in the days leading up to the referendum. Veterans of the anti-Pinochet opposition, many of them victims of the state’s repressive apparatus, called for a campaign that would showcase past crimes: forced disappearances, torture, and killings.

Implications of Independence: Scottish Defence

Referendum consultation - press conference
Referendum consultation, press conference. Photo: Scottish Government/flickr.

When the Scottish National Party (SNP) won the majority of seats in the 2007 parliamentary elections, the movement for Scottish independence had finally gained momentum. With the referendum now set for 18 September 2014, the idea of an independent Scotland, once a distant dream of SNP-supporters, has now become a realistic possibility. Although opinion polls currently predict an outcome favoring “devolution-plus” – extensive regionalisation and decentralisation – rather than fully-fledged independence, the possible implications of a “Yes” vote are worth considering given the wide-ranging consequences of such a result, particularly in the area of defence.

A pro-independence decision would likely lead to uncertainty caused by a range of policy conundrums not only for Scotland but for the rest of the UK. In an effort to alleviate such fears, the Scottish government has announced that it will publish a White Paper on the possible future structure of an independent Scotland. But while the Scottish government has adopted an optimistic view, 10 Downing Street has already released a report emphasizing the possible negative repercussions, were Scotland to terminate the more than 300-year old Union.

Categories
CSS Blog

Mediation Perspectives: “Infrastructures for Peace” – Useful Jargon?

The Peace Bridge in Calgary AB, Canada
Peace infrastructure? The Peace Bridge in Calgary AB, Canada. Photo: /Wikimedia Commons.

Every academic and professional field has its jargon. While often criticized, jargon has its uses. It serves as a kind of shorthand, allowing us to communicate complex or multiple concepts in short phrases or single words. But it does have its downsides. Excessive use of jargon renders meaning incomprehensible to non-specialists. Even between specialists it may lead to misunderstandings when users and audiences have different conceptions of what the term refers to. Worse, it can be used as a kind of tick-box or name check, allowing users to communicate the sense that they are engaging with the concepts underlying the jargon without necessarily genuinely doing so. We are therefore rightly wary when a new term comes along; asking ourselves whether there is a need for it in our vocabulary.

Categories
Uncategorized

Un nuevo Estado como solución para Israel y Palestina

Jerusalem
Jerusalem. Photo: jasonwain/flickr.

PRINCETON – Imaginemos una solución de dos Estados en Israel y Palestina en la que los palestinos tendrían el derecho de retorno; los israelíes se establecerían dondequiera que compraran tierra en Cisjordania; y Jerusalén no tendría que ser dividido. Esta no es una visión fantasiosa sino una reinvención absolutamente creativa de la condición de Estado del siglo XXI. Además, la visita del presidente estadounidense Barack Obama a Israel es una oportunidad para explorar realmente las nuevas reflexiones.

Desde que Bill Clinton casi lograra en 2000 que se negociara un acuerdo amplio, el mantra entre los partidarios del proceso de paz israelí-palestino ha sido que si bien existe una solución, no hay líderes israelíes y palestinos que tengan la voluntad de alcanzarla. La solución es una versión del acuerdo que Clinton vislumbró: dos Estados soberanos basados en las fronteras de 1967 con intercambios de tierras negociados que reflejaran los patrones de asentamiento existentes. El acuerdo incluiría un corredor que conectaría Gaza y Cisjordania; un Jerusalén dividido con acceso garantizado a todos a los sitios religiosos; la renuncia de los palestinos al derecho de retorno; la voluntad de Israel de desmantelar los asentamientos fuera de las fronteras acordadas; y el reconocimiento de los dos Estados en Medio Oriente.

Pero supongamos que la razón por la que los palestinos e israelíes no quieren concluir un acuerdo de esa naturaleza tiene que ver con el hecho de que la solución en sí es nacionalmente  intolerable en ambos lados. Imaginemos que mientras una versión de este acuerdo es la única opción disponible, la escalofriante expansión física del Estado israelí y la expansión demográfica de los árabes israelíes seguirán socavando sus fundamentos. Pese a todas las advertencias urgentes de que la ventana de oportunidad para una solución de dos Estados se está cerrando rápidamente (o ya se cerró), la solución en sí es el problema.

En 2008, un estudiante de Filosofía de la Universidad de Princeton llamado, Russell Nieli, dio una conferencia en el “Center for Jewish Life” en Princeton que fue tan bien recibida que más tarde la amplió e hizo un artículo para la revista estadounidense, Tikkun cuyo fundador es el rabino Michael Lerner. El artículo, “Hacia una paz permanente entre Israel y Palestina –argumentos a favor de dos Estados en condominio”, se publicó con el objetivo de estimular “la reflexión productiva de ideas entre la generación de jóvenes judíos y árabes, no limitada por una visión restrictiva y políticas fallidas del pasado.”

La idea de “Los dos Estados en condominio” es tan visionaria como su nombre inadecuado. La idea central es que los israelíes y palestinos serían ciudadanos de dos Estados separados y por ende se identificarían con dos autoridades políticas individuales. Palestina se definiría como el Estado del pueblo palestino, e Israel, como un Estado judío, bajo “condominio”, no obstante, tanto los palestinos como los israelíes “tendrían el derecho de establecerse en cualquier parte del territorio de cualquiera de los dos Estados, con lo que formarían así una comunidad binacional de asentamientos.”

Consideremos esa idea por un momento. Como lo explica Nieli, los palestinos “tendrían el derecho de establecerse en cualquier parte de Israel, así como los judíos podrían establecerse en cualquier lugar del territorio del Estado palestino. Independientemente de en cuál de los dos Estados vivieran, todos los palestinos serían ciudadanos del Estado Palestino, y todos los judíos serían ciudadanos de Israel.” Cada Estado tendría la autoridad y la obligación de satisfacer las necesidades económicas, culturales, religiosas y de prosperidad de sus ciudadanos que vivan en el territorio del otro Estado. Estos serían derechos y responsabilidades extraterritoriales, así como los Estados Unidos, por ejemplo, atiende las necesidades de un gran número de expatriados, como los dependientes civiles del personal militar estadounidense residente en el extranjero.

Para que funcione, primero tendrían que definirse las fronteras de cada Estado –presumiblemente según las fronteras de 1967, con intercambios mutuamente acordados de tierras. Los árabes israelíes entonces tendrían que transferir su ciudadanía, identidad nacional y derecho nacional de voto –pero no su residencia–  al nuevo Estado palestino. Tendrían el derecho permanente de vivir en Israel y conservarían los beneficios a que tienen derecho actualmente como ciudadanos israelíes, pero no votarían como ciudadanos de Palestina. Todos los demás palestinos que viven en Israel tendrían derechos y beneficios únicamente de acuerdo con la ley palestina.

La solución de dos Estados en condominio da cuenta de la realidad de la profunda interrelación de los colonizadores israelíes en Cisjordania con el resto de Israel –a través de caminos, instalaciones de suministro de agua, instalaciones  eléctricas, estructuras administrativas y relaciones económicas (al igual que partes israelíes y palestinas de Jerusalén son interdependientes). En lugar de tratar de separar y recrear todas estas estructuras y relaciones, tiene más sentido basarse en formas que beneficien a los pueblos y economías de los dos Estados. Además, en un mundo en el que muchos ciudadanos pasan una gran parte de su tiempo en un espacio virtual, la vida en condominio de facto ya se está produciendo.

En los años cincuenta, después de cuatro décadas de guerra en Europa, la idea de una Unión Europea en la que los ciudadanos de los Estados miembros pudieran vivir y trabajar libremente a través de las fronteras nacionales sin perder su pertenencia política e identidad cultural parecía igualmente increíble. (En efecto, el nombre del proceso político sobre el cual habría de construirse la Unión Europea, el “neofuncionalismo” era tan abstracto y torpe como el de “dos Estados en condominio”.) Con todo, los estadistas franceses y alemanes tuvieron la visión y la voluntad de iniciar un experimento osado, que ha evolucionado hasta convertirse en una economía única con 500 millones de personas.

¿Por qué otro lugar en el que hay enemistades añejas no podría ser la fuente de una nueva concepción de Estado? Es interesante que muchos jóvenes en la década de los cincuenta, como mi  madre belga, apoyaron fervientemente la visión de una nueva Europa. Los israelíes y palestinos jóvenes de hoy se enorgullecen de su  espíritu emprendedor, con todos los riesgos e ideas que implica empezar algo nuevo. Apoyar a una nueva empresa política y contribuir a su crecimiento sería el acto definitorio de su generación.

Traducción de Kena Nequiz

Copyright Project Syndicate

Anne-Marie Slaughter fue directora de Planificación de Políticas del Departamento de Estado de los Estados Unidos en 2009-2011, actualmente es profesora de Ciencias Políticas y Asuntos Internacionales de la Universidad de Princeton.

For additional reading on this topic please see:

Arab League Boycott of Israel

Israel on the Verge of a Third Intifada?

The Emergence of Hamas as a Regional Political Actor


For more information on issues and events that shape our world please visit the ISN’s featured editorial content and Security Watch.

Categories
Uncategorized

حل الدولة الجديدة للصراع الإسرائيلي الفلسطيني

Jerusalem
Jerusalem. Photo: jasonwain/flickr.

برينستون ــ تُرى هل نستطيع أن نتخيل حل الدولتين في إسرائيل وفلسطين، حيث يكون للفلسطينيين حق العودة؛ وحيث يستطيع الإسرائيليون أن يستقروا على الأراضي التي يتمكنون من شرائها في الضفة الغربية؛ وحيث لا تكون هناك ضرورة لتقسيم القدس. هذه ليست رؤية خيالية، بل إنها تجديد مبدع ومنطقي لمفهوم الدولة في القرن الحادي والعشرين. والواقع أن زيارة الرئيس الأميركي باراك أوباما التي اختتمها للتو إلى إسرائيل توفر الفرصة لاستكشاف طريقة جديدة حقاً في التفكير.

منذ أن اقترب بل كلينتون من النجاح في التوسط من أجل التوصل إلى تسوية شاملة للصراع في عام 2000، كان الشعار بين مؤيدي عملية السلام الإسرائيلية الفلسطينية هو أنه على الرغم من وجود حل، فأن القيادات الإسرائيلية والفلسطينية القادرة على تنفيذ هذا الحال غائبة. إن الحل عبارة عن نسخة من الاتفاق الذي سعى كلينتون إلى إبرامه: إقامة دولتين تتمتعان بالسيادة على أساس حدود عام 1967، مع التفاوض على تبادل أجزاء من الأراضي على النحو الذي يعكس الأنماط الاستيطانية القائمة. ويشتمل الاتفاق على ممر بري يربط قطاع غزة بالضفة الغربية؛ وتقسيم القدس مع ضمان قدرة الجميع على الوصول إلى المواقع الدينية؛ وتنازل الفلسطينيين عن حق العودة؛ واستعداد إسرائيل لتفكيك المستوطنات خارج الحدود المتفق عليها؛ والاعتراف بالدولتين في مختلف دول الشرق الأوسط.

ولكن لنفترض أن سبب عدم استعداد أي من الفلسطينيين أو الإسرائيليين إلى إبرام مثل هذا الاتفاق هو أن الحل في حد ذاته لا يمكن دعمه على الجانبين. وإذا افترضنا أنه ما دامت نسخة من هذا الاتفاق هي العرض الوحيد المتاح، فإن التوسع المادي الزاحف للدولة الإسرائيلية والتوسع الديموغرافي لعرب إسرائيل سوف يستمر في تقويض الأساس الذي يقوم عليه الاتفاق. وبرغم كل التحذيرات الرهيبة من انغلاق نافذة الفرصة لتبني حل الدولتين بسرعة (أو أنها قد أغلقت بالفعل)، فإن الحل في حد ذاته هو المشكلة.

في عام 2008، ألقى أحد طلاب الدراسات العليا في الفلسفة في جامعة برينستون، ويدعى روسل نايلي كلمة في مركز برينستون للحياة اليهودية، واستقبلت كلمته استقبالاً حافلاً حتى أنه عمد لاحقاً إلى توسيعها في مقال نُشِر في المجلة الأميركية تيكون، والتي أسسها الحاخام مايكل ليرنر. كان عنوان المقال “نحو سلام فلسطيني/إسرائيلي دائم ــ الحجة لصالح السيادة المشتركة على دولتين“. ولقد نُشِر بهدف صريح يتلخص في تحفيز “التفكير البناء بين الجيل الأكثر شباباً من اليهود والعرب الذين لا تقيدهم رؤية محدودة أو سياسات الماضي الفاشلة”.

إن “السيادة المشتركة على دولتين” رؤية تتسم بسعة الخيال بقدر ما يبدو مسماها ثقيلا. وتتلخص الفكرة الأساسية في أن يصبح الفلسطينيين والإسرائيليين مواطنين لدولتين منفصلتين ولكل منهما سلطة سياسية منفصلة. فتعرف فلسطين بوصفها دولة للشعب الفلسطيني، وإسرائيل باعتبارها دولة يهودية. ولكن في ظل “السيادة المشتركة” يمنح كل من الفلسطينيين واليهود “الحق في الاستقرار في أي مكان على أراضي أي من الدولتين، وبالتالي تشكل الدولتان مجتمعاً استيطانياً واحداً ثنائي القومية”.

ولنتأمل هذه الفكرة لدقيقة واحدة. كما يصفها نايلي فإن الفلسطينيين “سوف يتمتعون بالحق في الاستقرار في أي مكان داخل إسرائيل، كما يتمتع اليهود بالحق في الاستقرار في أي مكان داخل أراضي الدولة الفلسطينية. وبصرف النظر عن المكان الذي يختارون الاستقرار عليه، فإن كل الفلسطينيين يصبحون مواطنين في الدولة الفلسطينية، وكل اليهود مواطنين في دولة إسرائيل”. وكل دولة منهما سوف تكون لديها السلطة والالتزام بتلبية الاحتياجات الاقتصادية والثقافية والدينية وتوفير الرفاهة لمواطنيها الذين يعيشون على أرض الدولة الأخرى. وسوف تكون هذه الحقوق والمسؤوليات قائمة خارج حدود الدول، تماماً كما تقوم الولايات المتحدة على سبيل المثال بتوفير احتياجات أعداد كبيرة من مواطنيها المغتربين، مثل المدنيين العاملين في المؤسسة العسكرية الأميركية في الخارج.

ولكي يكتب النجاح لهذه الفكرة فلابد أولاً من تعريف حدود كل من الدولتين ــ ربما على أساس حدود عام 1967، مع الاتفاق على تبادل بعض الأراضي. وبهذا يكون الإسرائيليون والعرب مطالبين بتحويل جنسيتهم وهويتهم الوطنية وحقوقهم الوطنية في ما يتصل بالتصويت ــ ولكن ليس محل إقامتهم ــ إلى الدولة الفلسطينية الجديدة. وسوف يتمتعون بالحق الدائم في الحياة داخل إسرائيل والاحتفاظ بالفوائد المكفولة لهم حالياً كمواطنين إسرائيليين، ولكنهم لن يصوتوا بوصفهم مواطنين في دولة فلسطين. وكل الفلسطينيين الآخرين الذين يعيشون في إسرائيل سوف يتمتعون بالحقوق والفوائد التي يكفلها القانون الفلسطيني فقط.

إن السيادة المشتركة تعترف بواقع الترابط العميق بين المستوطنين الإسرائيليين في الضفة الغربية وبقية إسرائيل ــ عبر الطرق، وإمدادات المياه، وشبكات الكهرباء، والهياكل الإدارية، والعلاقات الاقتصادية (تماماً كما تترابط الأقسام الإسرائيلية والفلسطينية من القدس). وبدلاً من محاولة فصل وإعادة تأسيس كل هذه الهياكل والعلاقات، فمن المنطقي أن يتم البناء عليها بما يعود بالفائدة على شعبي واقتصادي الدولتين. وفي عالم حيث يقضي العديد من المواطنين نسب متزايدة من أوقاتهم على الفضاء الافتراضي، فإن السيادة المشتركة بدأت تحدث بالفعل كأمر واقع.

في خمسينيات القرن العشرين، وبعد أربعة عقود من الحرب في مختلف أنحاء أوروبا، كانت فكرة إقامة اتحاد أوروبي حيث يستطيع مواطنو البلدان الأعضاء أن يعيشوا ويعملوا بحرية عبر الحدود الوطنية مع احتفاظهم في الوقت نفسه بولائهم السياسي وهويتهم الثقافية تبدو بعيدة المنال بنفس القدر. (بل إن مسمى العملية السياسية التي كان من المفترض أن يبنى عليها الاتحاد الأوروبي، أو “الوظيفية الجديدة” كانت مجردة ومعقدة بقدر مثل مسمى “السيادة المشتركة لدولتين”). ورغم هذا فإن رجال الدولة الفرنسيين والألمان استدعوا الرؤية والإرادة لإطلاق العنان للتجربة الجريئة التي تطورت إلى اقتصاد واحد يضم 500 مليون شخص.

لماذا إذن نستبعد أن يتحول موقع آخر للعداوات القديمة إلى مصدر لمفهوم جديد للدولة. من المثير للاهتمام أن الكثير من الشباب في الخمسينيات، مثل والدتي البلجيكية، دعموا بكل حماس رؤية أوروبا الجديدة. واليوم يفتخر الشباب الإسرائيليون والفلسطينيون بما يتمتعون به من روح المغامرة والريادة، في ظل كل المخاطر والرؤى المختلفة التي تصاحب التفكير في شيء جديد بالضرورة. ومن المؤكد أن دعم بداية سياسية مبدعة والمشاركة فيها سوف يكون العلامة الفارقة التي تميز جيلهم.

ترجمة: أمين علي          Translated by: Amin Ali

Copyright Project Syndicate

آن ماري سلوتر مديرة تخطيط السياسات في وزارة الخارجية الأميركية سابقا (2009-2011)، وأستاذ العلوم السياسية والشؤون الدولية في جامعة برينستون.

For additional reading on this topic please see:

Arab League Boycott of Israel

Israel on the Verge of a Third Intifada?

The Emergence of Hamas as a Regional Political Actor


For more information on issues and events that shape our world please visit the ISN’s featured editorial content and Security Watch.