Luego de la muerte de aproximadamente cien personas [eng] en el sur de Madagascar en enfrentamientos entre ladrones de ganado cebú (“dahalo”) y granjeros, el gobierno ha decidido medidas especiales de seguridad para restaurar el órden. La violencia es un síntoma de la creciente inestabilidad en Madagascar que viene afectando a centros urbanos y comunidades rurales por igual.
Justicia popular en el sur
Los robos y ataques armados son un problema recurrente en Madagascar y han estado volviéndose más y más frecuentes desde la crisis política del 2009 [en]. Para superar este problema, un plan nacional contra la inestabilidad [fr] fue formalmente presentado en abril del 2012. El gobierno ha movilizado a las fuerzas armadas en la capital así como en las áreas particularmente afectadas por el robo de ganado.
Sin embargo los primeros intentos de estabilizar la región sureña no fueron exitosos. Tal como Alain Rajaonarivony explica [fr]:
La campagne militaire menée dans le bush du grand Sud contre les Dahalo au mois de juin et juillet 2012 avait été un désastre. Outre l’avantage du terrain, ces derniers étaient aussi bien équipés que les forces de l’ordre, et le manque d’hélicos s’était fait cruellement ressentir. Les militaires se sont surtout fait remarquer, non pour leurs prouesses au combat mais pour leurs exactions, en brûlant les villages susceptibles de servir de base de soutien aux Dahalo.
La campaña militar llevada a cabo contra los Dahalo en la selva del gran sur, en junio y julio de 2012 fue un desastre. No sólo estaban más familiarizados con el terreno local, los Dahalo estaban además tan bien equipados como las fuerzas del gobierno – y la falta de helicópteros fue muy sentida por este último. Las fuerzas del Gobierno se hicieron notar especialmente no por su capacidad de combate, sino por sus atrocidades, cuando quemaron aldeas que podrían servir como base de apoyo para los Dahalo.
Enfrentados a la ineptitud de las fuerzas del gobierno para frenar las acciones de los dahalos, los aldeanos al sur de Madagascar decidieron tomar justicia por sus propias manos. Recientemente, un grupo de aldeanos mató a 67 personas que sospechaban estaban involucrados en el robo de ganado [en].
Alain Iloniain en AllAfrica describe las medidas adicionales de seguridad [fr] tomadas por el gobierno luego de estos encuentros de represalia, que incluían la movilización de varios elementos de las fuerzas armadas en diferentes partes del país. Sin embargo, antes que haya órden, será necesario identificar, arrestar y condenar a los dahalo. Citoyenne Malgache explica por qué ésto no será una tarea fácil [fr]:
Defensa propia o no, la verdadera pregunta es ¿contra quién deberíamos defendernos? Como Dinan’Anosy mencionó, los ladrones son parte de la comunidad y son conocidos por la población. Pero los robos son a menudo organizados por redes subterráneas de contrabando. Los que tienen grandes rebaños colaboran con los ladrones de una forma u otra para proteger su propio rebaño. E incluso si fokonolona es capaz de localizar el ganado robado, los que luego son acusados de haberlo recibido son rápidamente liberados. Con la reciente reanudación – después de 10 años de prohibición – de las exportaciones de ganado en pie, hay que esperar un aumento en la delincuencia organizada.
Una persona en particular parece representar la ineficacia de las acciones tomadas contra los dahalo hasta el momento. Un hombre llamado Remenabila ha alcanzado un estado casi mítico [fr] por su habilidad de escapar de las autoridades gubernamentales. Tiene más de 70 años de edad y está requisitoriado por la policía desde junio. Hay incluso una recompensa de €35,000 por su cabeza “vivo o muerto”. Pero nadie aún se ha atrevido a arrestarlo, lo que lleva a sospechar que cuenta con la protección de importantes funcionarios políticos.
La inestabilidad se expande
El sur no es la única región viviendo bajo el espectro de la inestabilidad. Las embajadas extranjeras están alertando a sus ciudadanos expatriados [en] acerca de robos, ataques físicos, asaltos e incluso secuestros. Mientras muchos crímenes parecen tener a los extranjeros como objetivo, los criminales no son tan fáciles de identificar.
En Madagascar TV, Marc A. anota las sorprendentes circunstancias [fr] de un robo en el Aeropuerto Ivato, donde una ciudadana china reclamó que le robaron 4,000 Euros de su equipaje mientras era revisada por el personal de seguridad. Ninguno de los guardias fue arrestado por el robo luego que un funcionario de seguridad superior interviniera.
El resto del país no se ha salvado, de acuerdo un análisis en Afrik.com [fr]:
Il ne se passe pas une semaine sans que les journaux ne relatent des faits de violences dans la capitale Antananarivo. Toutes les couches de la population, des plus aisées aux plus modestes, sont victimes de ce fléau. Meurtres, agressions, vols à mains armés sont monnaie courante depuis trois ans, date de l’éclatement de la crise politique.
No pasa una semana sin más historias, en los periódicos, sobre la violencia en la capital, Antananarivo. Todos los segmentos de la población, desde los más a los menos favorecidos, son víctimas de este flagelo. El asesinato, asalto, robo a mano armada, han sido frecuentes en los últimos tres años, desde la crisis política
¿Qué respuestas podría haber entonces a esta inestabilidad? Andry Rajoelina, Presidente de la Autoridad de Transición desde que el ex presidente de Madagascarfuera depuesto en 2009, ha afirmado que el problema de los daholo en el sur es un intento orquestado de desestabilización política[fr]. Mientras tanto, Mathieu Pellerin, un investigador en el Instituto Francés de Relaciones Internacionales, considera que los incentivos financieros tienen prioridad sobre los intereses políticos:
Mientras que la posesión de un cebú es tradicionalmente sinónimo de poder, el robo de cebúes por bandas organizadas políticamente patrocinadas está motivado por intereses pecuniarios derivados de la reventa y exportación de ganado.