North Korea’s Powerful Weakness

China - Dandong - DPRK border sign
China – Dandong – DPRK border sign. Photo: Doug/flickr.

CAMBRIDGE – When US President Barack Obama and Chinese President Xi Jinping met for their “shirt-sleeves summit” in California last month, North Korea was a major topic of conversation. The subject was not new, but the tone was.

More than two decades ago, the International Atomic Energy Agency caught North Korea violating its safeguards agreement and reprocessing plutonium. After the North renounced the subsequentAgreed Framework, negotiated by President Bill Clinton’s administration, in 2003, it expelled IAEA inspectors, withdrew from the Nuclear Non-Proliferation Treaty, and has since detonated three nuclear devices and conducted a variety of missile tests.

La poderosa debilidad de Corea del Norte

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China – Dandong – DPRK border sign. Photo: Doug/flickr.

CAMBRIDGE – El mes pasado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el presidente de China, Xi Jinping, celebraron en California una “cumbre en mangas de camisa”, y Corea del Norte fue un tema importante de conversación. Aunque la cuestión en sí no era nueva, esta vez cambió el tono del diálogo.

Hace más de dos décadas, el Organismo Internacional de Energía Atómica encontró a Corea del Norte en violación de su acuerdo de salvaguardias y reprocesando plutonio. Luego el gobierno del presidente Bill Clinton negoció un acuerdo marco con Corea del Norte, pero en 2003 el país lo abandonó, expulsó a los inspectores del OIEA, se retiró del Tratado de No Proliferación Nuclear y desde entonces ha detonado tres dispositivos nucleares y realizado una variedad de ensayos misilísticos.

A lo largo de estas dos décadas, funcionarios estadounidenses y chinos han discutido frecuentemente la conducta norcoreana, tanto en forma privada como en el marco de reuniones públicas. Los chinos han dicho una y otra vez que no querían que Corea del Norte desarrollara armas nucleares; pero también aseguraron que su influencia sobre el régimen es limitada (a pesar de que China es el principal proveedor de alimentos y combustibles de Corea del Norte). El resultado fue un intercambio de mensajes hasta cierto punto previsible, en el que China y Estados Unidos se limitaron a proclamar la desnuclearización como objetivo compartido.

Aunque China no mintió al declarar sus deseos de una península coreana libre de armas nucleares, la cuestión nuclear no era su principal preocupación. China también tenía otro objetivo: evitar el colapso del régimen norcoreano, con el consiguiente riesgo de caos en su propia frontera (que se manifestaría no solamente en la forma de flujos de refugiados, sino también en la posibilidad de que tropas surcoreanas o estadounidenses se desplazaran hacia el norte).

Puesta en esta disyuntiva, China priorizó el mantenimiento de la dinastía familiar de los Kim, una elección con un efecto aparentemente paradójico: inesperadamente, Corea del Norte obtuvo un enorme poder sobre China.

Corea del Norte tiene lo que yo denomino “el poder de la debilidad”. En ciertas situaciones de negociación, la debilidad y la amenaza de derrumbe pueden ser fuentes de poder. Un ejemplo fácilmente reconocible es este: si yo le debo al banco mil dólares, el banco tiene poder sobre mí; pero si le debo mil millones de dólares, puede ser que yo tenga un considerable poder de negociación sobre el banco. En este sentido, China es para Corea del Norte como el banquero demasiado expuesto.

Así pues, China intentó persuadir a los norcoreanos para que sigan el ejemplo chino y adopten una economía de mercado. Pero como el régimen de Kim le tiene pavor a la posibilidad de que la liberalización económica termine provocando demandas de mayor libertad política, la influencia de China sobre el régimen es limitada. Como me dijo cierta vez un funcionario chino en un momento de franqueza: “Corea del Norte tiene nuestra política exterior de rehén”.

Los líderes norcoreanos jugaron con audacia la carta de su debilidad y, con ello, lograron aumentar su poder. Saben que si estallara un conflicto militar con todas las letras, las fuerzas militares surcoreanas y estadounidenses los derrotarían. Pero al mismo tiempo, con sus 15.000 piezas de artillería en la Zona Desmilitarizada, a apenas 30 millas (48 kilómetros) al norte de Seúl (la capital de Corea del Sur), también saben que pueden hacer estragos en la economía surcoreana, mientras que ellos tienen relativamente menos que perder.

Corea del Norte lleva mucho tiempo alardeando de su disposición a correr riesgos. En 2010, hundió un buque de la armada surcoreana y bombardeó una isla del país vecino, lo que provocó una crisis. Esta primavera, realizó una prueba nuclear y una serie de ensayos misilísticos, que acompañó con una andanada de retórica belicista.

Pero parece que ahora China comienza a perder la paciencia. El inexperto nuevo gobernante norcoreano, Kim Jong-un, le inspira menos confianza que su padre, Kim Jong-il. Además, los líderes chinos comienzan a darse cuenta de los riesgos que Corea del Norte está imponiendo a China.

Si las pruebas nucleares continúan, en Corea del Sur y Japón podría aumentar la demanda de contar con armas nucleares. Además, si a la retórica estridente que empleó el régimen de Kim esta primavera le siguen provocaciones contra Corea del Sur como las ocurridas en 2010, puede suceder que los surcoreanos respondan con uso de la fuerza, y China podría verse arrastrada al conflicto.

Las señales de cambio son intrigantes. Tras la discusión “franca” del tema Corea del Norte entre Xi y Obama, el presidente chino se reunió con la presidenta surcoreana Park Geun-hye sin reunirse antes con los norcoreanos, sus aliados oficiales. Más tarde, dos funcionarios de alta jerarquía de Corea del Norte visitaron Beijing y recibieron una reprimenda por la conducta de su país.

A diferencia de otras veces, ahora Xi y Park emitieron una declaración conjunta sobre la importancia de una implementación fiel de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que invocan la aplicación de sanciones a Corea del Norte, así como del acuerdo multilateral de 2005 que exige a los norcoreanos renunciar a sus programas de armas nucleares a cambio de beneficios económicos y diplomáticos. Además, ambos líderes demandaron que se reanuden las conversaciones a seis bandas sobre desnuclearización, que están suspendidas desde 2009.

Nadie sabe con certeza qué pasará después. Corea del Norte atemperó su retórica y su conducta, pero el régimen de Kim no da señales de estar dispuesto a abandonar el programa de armas nucleares, que considera esencial para su seguridad y su prestigio. Puede ser que en el largo plazo, el cambio económico y social ayude a resolver la situación. China sigue enfrentada al mismo dilema: si presiona demasiado en demanda de reformas, puede provocar el colapso del régimen de Kim.

En estas circunstancias, lo que pueden hacer Estados Unidos y Corea del Sur es dar pasos para garantizar a China que en caso de producirse dicho colapso, no aprovecharán la situación para desplazar tropas hacia la frontera con China. Las otras veces que Estados Unidos propuso tener conversaciones discretas para discutir planes de contingencia para el supuesto de una caída del régimen norcoreano, China no quiso ofender y debilitar a Corea del Norte. Pero ahora que el gobierno chino busca modos de superar el dilema en el que está metido, puede ser que su próximo paso sea buscar una fórmula que permita discutir dicha eventualidad.

Traducción: Esteban Flamini

Copyright Project Syndicate.

Joseph S. Nye es profesor en la Universidad de Harvard y autor del libro Presidential Leadership and the Creation of the American Era [El liderazgo presidencial y la creación de la era estadounidense].

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La faiblesse puissante de la Corée du Nord

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China – Dandong – DPRK border sign. Photo: Doug/flickr.

CAMBRIDGE – Lorsque le président des États-Unis Barack Obama et le président chinois Xi Jinping se sont rencontrés le mois dernier dans un « sommet à manches courtes » en Californie, la Corée du Nord était le principal sujet des discussions. Le sujet n’avait rien de nouveau, mais le ton l’était.

Il y a plus de deux décennies, l’Agence internationale de l’énergie atomique a pris la Corée du Nord en flagrant délit de violation de son accord de garanties et de retraitement du plutonium. Après que la Corée du Nord ait renoncé au Cadre agréé subséquent, négocié, en 2003, par l’administration du président Bill Clinton, elle a expulsé les inspecteurs de l‘AIEA, s’est retirée du Traité sur la non-prolifération des armes nucléaires. Elle a depuis fait exploser trois engins nucléaires et effectué divers essais de lancement de missiles.

Pendant ces deux décennies, les responsables américains et chinois ont fréquemment discuté des agissements de la Corée du Nord, tant en privé que dans des rencontres publiques. Les Chinois n’ont jamais cessé d’affirmer qu’ils ne voulaient pas que la Corée du Nord se dote d’armes nucléaires, mais déclaraient que leur influence sur le régime était somme toute limitée, malgré le fait que la Chine soit le principal fournisseur du pays en aliments et combustibles. Il en résulte un dialogue sensiblement écrit d’avance dans lequel la réalisation de la Chine et des États-Unis se limiterait à une vague profession de foi pour la dénucléarisation comme objectif commun.

La Chine était sincère en exprimant sa volonté d’une péninsule coréenne non nucléaire, mais le problème nucléaire n’était pas sa principale préoccupation. Elle cherchait surtout à empêcher l’effondrement du régime de la Corée du Nord et le chaos qui pourrait en résulter aux frontières, non seulement par des flux de réfugiés, mais aussi par la possibilité que les troupes de la Corée du Sud ou des États-Unis envahissent la Corée du Nord.

Tiraillée entre ses deux objectifs, la Chine a mis une plus haute priorité sur le maintien au pouvoir de la dynastie de la famille Kim. Ce choix a donné lieu à un paradoxe apparent quoiqu’étonnant : la Corée du Nord a fortement gagné en influence sur la Chine.

La Corée du Nord détient ce que l’on appelle « le pouvoir du faible ». Dans certaines situations de négociations, la faiblesse et la menace d’écroulement peuvent être une source de pouvoir. Un exemple plutôt classique illustre ce propos : si vous devez 1 000 $ à la banque, cette dernière a un certain pouvoir sur vous ; mais si votre dette envers la banque est de 1 milliard $, vous avez un pouvoir de négociation considérable sur la banque. La Chine est, en ce sens, le banquier à découvert de la Corée du Nord.

En conséquence, la Chine a essayé d’amadouer la Corée du Nord pour qu’elle suive son exemple en s’orientant vers le marché. Toutefois, avec le régime de Kim terrorisé par le fait que la libéralisation économique puisse éventuellement dégénérer en demandes pour de plus grandes libertés politiques, l’influence de la Chine sur le régime est restreinte. Comme un responsable chinois m’a déjà confié dans un moment d’inattention : « la Corée du Nord a détourné notre politique étrangère ».

La Corée du Nord a décuplé son pouvoir en jouant audacieusement le peu d’atout qu’elle a en main. Les dirigeants de la Corée du Nord savent que les forces militaires supérieures de la Corée du Sud et des États-Unis remporteraient un conflit militaire de grande envergure. Et pourtant, avec 15 000 tubes d’artillerie dans la zone démilitarisée, à moins de 48 kilomètres du nord de Séoul, la capitale de la Corée du Sud, ils savent également qu’ils pourraient semer le chaos dans l’économie de la Corée du Sud tandis que la Corée du Nord a relativement moins à perdre.

La Corée du Nord a longtemps été habile à afficher sa volonté de prendre des risques, provoquant une crise en 2010 en coulant un bâtiment militaire de la Corée du Sud et en bombardant une île de la Corée du Sud. Ce printemps, elle a effectué un essai nucléaire et une série de tests de missiles, accompagnés par une logorrhée de rhétorique belliqueuse.

Il semble maintenant que la Chine soit en train de perdre patience. Elle a moins confiance dans le nouveau dirigeant inexpérimenté de la Corée du Nord, Kim Jong-un, qu’elle avait en son père, Kim Jong-il. Les dirigeants chinois sont également en train de se rendre compte des risques que la Corée du Nord impose à la Chine.

Avec plus d’essais nucléaires, la Corée du Sud et le Japon pourraient vouloir se doter eux aussi d’armes nucléaires. De plus, si jamais les discours belliqueux de ce printemps du régime de Kim ont été suivis par des provocations contre la Corée du Sud du même acabit que celles de 2010, la Corée du Sud pourrait répliquer avec force et la Chine pourrait se faire entraîner dans le conflit.

Les signes de changement sont intrigants. À la suite des  « franches » discussions sur la Corée du Nord entre Xi et Obama, Xi a organisé un sommet avec le président Park Geun-hye de la Corée du Sud, sans avoir rencontré son allié officiel de la Corée du Nord. Au lieu de cela, deux hauts gradés de la Corée du Nord ont ensuite rendu visite à Beijing pour se faire semoncer pour les actions de leur pays.

Par contre, Xi et Park ont fait une déclaration commune reconnaissant l’importance d’appliquer fidèlement les résolutions du Conseil de sécurité des Nations Unies pour que des sanctions soient prises contre la Corée du Nord, et ont aussi souscrit à un accord multilatéral en 2005 qui oblige la Corée du Nord à troquer son programme d’armement nucléaire pour des avantages économiques et diplomatiques. Les dirigeants des deux pays ont demandé instamment la reprise des pourparlers à six sur la dénucléarisation, qui sont interrompus depuis 2009.

La suite reste encore floue. La Corée du Nord a modéré sa rhétorique et ses provocations, mais le régime Kim n’a donné aucun signe d’être prêt à renoncer à son programme d’armement nucléaire qu’elle considère comme essentiel à sa sécurité et à son prestige. À long terme, les changements économiques et sociaux pourraient aider à résoudre la situation. Le dilemme de la Chine demeure : si elle insiste trop rapidement pour des réformes, le régime de Kim pourrait s’effondrer.

Devant une telle perspective, les États-Unis et la Corée du Sud pourraient prendre des mesures pour rassurer la Chine qu’ils ne profiteraient pas de l’occasion pour déplacer leurs troupes jusqu’aux frontières de la Chine. Dans le passé, lorsque les États-Unis ont proposé que des pourparlers discrets sur des plans d’urgence en cas d’effondrement du régime, la Chine a toujours craint d’offenser et d’affaiblir la Corée du Nord. Mais la prochaine étape de la Chine pourrait bien être de trouver une formule de discussion de telles éventualités alors qu’elle cherche à surmonter son dilemme.

Traduit de l’anglais par Pierre Castegnier.

Copyright Project Syndicate.

Joseph S. Nye est professeur de l’université Harvard et auteur de Presidential Leadership and the Creation of the American Era (Le leadership présidentiel et la création de l’ère américaine).

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قوة ضعف كوريا الشمالية

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China – Dandong – DPRK border sign. Photo: Doug/flickr.

 كامبريدج- عندما التقى الرئيس الامريكي باراك اوباما والرئيس الصيني شي جينبينج خلال قمتهم في كالفورنيا في الشهر الماضي كانت كوريا الشمالية موضوع اساسي للمناقشة. لم يكن الموضوع جديدا ولكن النغمة كانت جديدة.

قبل اكثر من عقدين من الزمان وجدت الوكالة الدولية للطاقة الذرية ان كوريا الشمالية قد انتهكت اتفاقية الضمانات الخاصة بها وقامت باعادة معالجة البلوتونيوم وبعد ان تخلت كوريا الشمالية سنة 2003 عن الاتفاقية اللاحقة وهي اتفاقية الاطار المتفق عليه والتي فاوضت بشأنها ادارة كلنتون ، قامت بطرد مفتشي الوكالة الدولية للطاقة الذرية والانسحاب من اتفاقية عدم الانتشار النووي كما قامت منذ ذلك التاريخ بتفجير ثلاثة اجهزة نووية وقامت باجراء العديد من اختبارات الصواريخ.

لقد قام المسؤولون الامريكيون والصينيون خلال العقدين الماضيين بشكل متكرر بمناقشة تصرفات كوريا الشمالية سرا وفي الاجتماعات العلنية . لقد كان الصينيون يقولون دائما انهم لا يريدون ان تطور كوريا الشمالية اسلحة نووية ولكنهم كانوا يدعون بان لديهم تأثير محدود على النظام هناك بالرغم من كون الصين المورد الاساسي للطعام والوقود لكوريا الشمالية . ان النتيجة كانت مناقشات متكررة معروفة نتائجها مسبقا بحيث لا تحقق الصين والولايات المتحدة الامريكية اكثر من الاعتراف بإن نزع الاسلحة النووية هو هدف مشترك.

ان الصين صادقة في التعبير عن رغبتها في ان تكون شبه الجزيرة الكورية خالية من الاسلحة النووية ولكن المسألة النووية ليست هي مصدر القلق الرئيس لديها فهي كانت تسعى كذلك لمنع انهيار نظام كوريا الشمالية وما قد ينتج عن ذلك من فوضى على حدودها – ليس فقط تدفق اللاجئين ولكن ايضا احتمالية قيام القوات الكورية الجنوبية او الامريكية بالتحرك الى الشمال.

ان الصين الحائرة بين هذين الهدفين اعطت الاولوية للمحافظة على سلالة عائلة كيم وهذا الخيار ادى الى حدوث مفارقة واضحة : لقد اصبح لكوريا الشمالية وبشكل مفاجىء نفوذا قويا على الصين .

لقد اصبحت كوريا الشمالية  تمتلك ما اطلق عليه ” قوة الضعف ” ففي مواقف مساومة محددة فإن الضعف وخطر الانهيار يمكن ان يصبح مصدرا للقوة فعلى سبيل المثال لو كنت تدين للبنك بمبلغ الف دولار امريكي فإن للبنك تأثيرا عليك ولكن لو كنت تدين للبنك ببليون دولار امريكي فإنك سوف تمتلك قوة مساومة كبيرة عند البنك والصين في هذا السياق هو صاحب البنك الاكثر عرضة للمخاطرة .

ونتيجة لذلك حاولت الصين اقناع كوريا الشمالية باتباع النموذج الصيني المبني على اساس اقتصاد السوق ولكن بسبب مخاوف نظام كيم بإن التحرر الاقتصادي سوف يؤدي في نهاية المطاف الى مطالبات بحريات سياسية اكبر فإن النفوذ الصيني على النظام الكوري الشمالي محدود وكما قال مسؤول صيني في احد المرات وبصراحة مفاجئة” كوريا الشمالية قد اختطفت سياستنا الخارجية “.

لقد زادت كوريا الشمالية من قوتها وذلك عن طريق استغلال ضعفها بشكل جريء. ان قادة الشمال يعلمون ان القوات الكورية الجنوبية والامريكية الاقوى سوف تربح صراعا عسكريا على نطاق واسع ولكن بوجود 15 الف مدفع في المنطقة المنزوعة السلاح والتي تبعد 30 ميلا (48 كيلو متر ) فقط عن العاصمة الكورية الجنوبية سول فإن قادة الشمال يعلمون ايضا ان بامكانهم التسبب باضرار كبيرة للاقتصاد الكوري الجنوبي بينما الشمال ليس لديه الكثير ليخسره .

ان كوريا الشمالية تتمتع بخبرة طويلة في التباهي برغبتها في المجازفة حيث اثارت ازمة سنة 2010 عندما اغرقت سفينة بحرية كورية جنوبية وقصفت جزيرة كورية جنوبية وفي هذا الربيع قامت باجراء اختبار نووي وسلسلة من اختبارات الصواريخ مع ما صاحب ذلك من خطاب قتالي .

يبدو الان ان الصين بدأت تفقد صبرها فهي لديها ثقة اقل بحاكم  كوريا الشمالية الجديد الذي يفتقد للخبرة كيم يونج اون مقارنة بوالده كيم يونج ايل كما بدأ القادة الصينيون بالاقرار بالمخاطر التي تفرضها كوريا الشمالية على الصين .

ان المزيد من الاختبارات النووية يعني ان المطالبة بالاسلحة النووية قد تتزايد في كوريا الجنوبية واليابان وبالاضافة الى ذلك فإنه لو تبع خطاب نظام كيم الحاد في الربيع الماضي استفزازات ضد كوريا الجنوبية مثل تلك التي وقعت سنة 2010 فإن كوريا الجنوبية يمكن ان ترد بقوة مما يعني امكانية تدخل الصين .

ان اشارات التغيير تثير الفضول فبعد المناقشات الصريحة المتعلقة بكوريا الشمالية من قبل الرئيس الصيني شي واوباما قام شي باستضافة قمة مع الرئيسة الكورية الجنوبية بارك جوين هاي بدون ان يلتقي اولا مع حليفه الرسمي الكوري الشمالي وبدلا من ذلك قام اثنين من كبار المسؤولين الكوريين الشماليين لاحقا لذلك بزيارة الصين حيث تم توبيخهما بسبب تصرفات الشمال.

على النقيض من ذلك اصدر شي وبارك بيانا مشتركا اعلنا فيه اهمية التنفيذ الدقيق لقرارات مجلس الامن الدولي والتي تدعو لفرض عقوبات على كوريا الشمالية بالاضافة الى الاتفاقية المتعددة الاطراف لسنة 2005 والتي تفرض على كوريا الشمالية استبدال برامج الاسلحة النووية الخاصة بها بمزايا اقتصادية ودبلوماسية. لقد دعا القائدان لاستئناف المحادثات السداسية المتعلقة بنزع السلاح النووي والتي ما تزال معلقة منذ سنة 2009 .

ماذا سوف يأتي بعد ذلك ما يزال يكتنفه الغموض فكوريا الشمالية قد خففت من حدة خطابها وتصرفاتها ولكن نظام كيم لم يعطي اية اشارة على رغبته في التخلي عن برنامجه للاسلحة النووية والذي يعتبره حيويا من اجل أمن وهيبة النظام وعلى المدى الطويل فإن التغيير الاقتصادي والاجتماعي يمكن ان يساعد في حل هذا الوضع لكن تبقى معضلة الصين انه لو ضغطت بشكل سريع من اجل الاصلاح فإن نظام كيم يمكن ان ينهار.

وازاء هذا الاحتمال فإن من الممكن ان تتخذ الولايات المتحدة الامريكية وكوريا الجنوبية خطوات من اجل طمأنة الصين بإنها لن تستغل مثل هذا الموقف بتحريك قواتها للحدود الصينية ففي الماضي عندما اقترحت الولايات المتحدة الامريكية محادثات هادئة لمناقشة التخطيط للطوارىء في حالة انهيار النظام ، كانت الصين حذره من اهانة واضعاف كوريا الشمالية ولكن ايجاد صيغة للتحدث عن التخطيط للطوارىء يمكن ان تكون الخطوة القادمة للصين بينما تسعى للتغلب على مأزقها.

Copyright Project Syndicate.

جوزيف س ناي هو استاذ في جامعة هارفارد ومؤلف كتاب القيادة الرئاسية وخلق الحقبة الامريكية.

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