Erdogan’s Kurdish Gambit

Erdoğan
Recep Tayyip Erdogan. Photo: Randam/Wikimedia Commons

ISTANBUL – Conflict in the Middle East threatens not only the security of many of its states, but also their continued existence. Syria, Iraq, Lebanon, and others, now gripped by sectarian fighting, risk fragmenting into ethnic sub-states, transforming a region whose political geography was drawn nearly a century ago.

Surveying the regional scene, Turkish Prime Minister Recep Tayyip Erdoğan has conceived of an audacious plan to enhance Turkey’s regional standing and extend his own political dominance at home. Facing the end of a self-imposed three-term limit as prime minister, he is intent on changing the Turkish constitution to introduce a presidential system – with himself on top as the first incumbent to wield much-enlarged power.

Praetorian China?

Soldiers of the Chinese People's Liberation Army 1st Amphibious Mechanized Infantry Division
Soldiers of the Chinese People’s Liberation Army 1st Amphibious Mechanized Infantry Division. Photo: Chairman of the Joint Chiefs of Staff/flickr.

OSAKA – Do China’s rulers have full civilian control of their country’s military? Asian governments are now regularly asking themselves that question as China hardens its stance on its claims to islands in the South and East China Seas.

Perhaps the gravest incident so far came this January, when Chinese naval forces twice locked their weapons’ radar systems – the final step before firing – on a Japanese destroyer and a patrol helicopter. In the diplomatic ruckus that ensued, a Chinese foreign ministry spokesperson was, at first, utterly ignorant of the incident and asked that the journalists posing the questions put them directly to the Peoples’ Liberation Army (PLA) leadership.

El espectro de las armas químicas en Siria

Protests in Bahrain
Protester in Bahrain. Photo: Al Jazeera English.

LOS ANGELES – Desde que estalló la guerra civil en Siria, su arsenal de armas químicas se cierne sobre la zona de conflicto y más allá. Ahora Israel afirma que el régimen sirio ha utilizado armas químicas.

Ante el temor de que el conflicto empeore, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha declarado en repetidas ocasiones que el uso o transferencia de armas químicas por Siria sería cruzar una “línea roja” y el régimen del presidente Bashar al-Assad tendría que “responder por ello”. No obstante, las implicaciones prácticas de esta advertencia son vagas.

Por peligroso que sea el arsenal de armas químicas de Siria, es mucho menos importante que otro riesgo que se hizo evidente a finales de febrero, cuando los rebeldes sirios tomaron una base de misiles Scud en Al-Kibar, en el remoto desierto del noreste del país. Debajo de las instalaciones yacían los restos enterrados del reactor nuclear diseñado por Corea del Norte que la fuerza aérea israelí había destruido el 6 de septiembre de 2007.

Si Israel no hubiera descubierto la planta secreta, que estaba a punto de iniciar operaciones para producir material destinado a un arsenal atómico, los rebeldes tendrían en efecto un arma radiológica. Esa simple amenaza podría haber dejado al gobierno sirio en posición de rehén. Mucho más preocupante es que, si los ingenieros sirios hubieran construido un laboratorio en ese lugar o en cualquier otro territorio controlado ahora por los rebeldes para extraer plutonio a partir del combustible usado del reactor, los insurgentes podrían haber encontrado incluso los ingredientes para fabricar una bomba atómica.

Afortunadamente Siria no se enfrenta a esas amenazas actualmente. Sin embargo, Pakistán, Corea del Norte e Irán –que son todos países inestables con actividades nucleares crecientes- tal vez tengan que afrontarlas en el futuro. ¿Cuánto debe preocuparse el mundo?

La historia permite ser optimista. Después de todo, los países que han encarado riesgos nucleares han logrado contenerlos en las circunstancias más difíciles. Durante el violento colapso de Yugoslavia, los adversarios nunca atacaron ni invadieron el reactor de investigación de Serbia, que utilizaba como combustible uranio enriquecido. Cuando los aviones serbios volaron a una altitud amenazadoramente baja sobre la planta nuclear de Eslovenia, no atacaron el reactor.

De forma similar, durante la Revolución Cultural china, la imposición de la ley marcial impidió que las facciones rivales se apoderaran de las instalaciones nucleares de Xinjiang y Qinghai. En 1961, al tiempo que un grupo de ex generales franceses se rebelaban en la Argelia francesa, se llevó a cabo sin ningún problema un ensayo nuclear en el Sahara. Sobre todo, durante la caída de la Unión Soviética, su enorme arsenal nuclear quedó intacto.

No obstante, las inquietudes de que el gobierno sirio podría intensificar el uso de armas químicas contra las zonas controladas por los rebeldes o que estos podrían iniciar ataques o responder a ellos con armas químicas ponen en duda la durabilidad de ese patrón y la reacción de la comunidad internacional.

Los Estados Unidos, que se han convertido en el líder mundial en lo que se refiere a contener los riesgos de armas químicas, parecen estar desconcertados. A principios del año pasado, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos dio a conocer que se necesitarían 75,000 hombres para tomar las instalaciones químicas de Siria. Después de las guerras en Afganistán e Irak, no debe sorprender que este cálculo no haya generado precisamente una gran ola de apoyo popular a una intervención militar en Siria.

Las declaraciones recientes de algunos funcionarios estadounidenses no son alentadoras. En enero, el Secretario de Defensa, Leon Panetta, dijo que los Estados Unidos no estaban estudiando opciones que requirieran utilizar tropas para resguardar el arsenal de Assad durante el conflicto. En la misma conferencia de prensa, Martin E. Dempsey, Jefe del Estado Mayor Conjunto, admitió que impedir el uso de armas químicas por el gobierno sirio requeriría informaciones de inteligencia tan claras y exhaustivas que serían “casi imposibles” de obtener. El 17 de abril, al comparecer ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado, Dempsey añadió que no creía que las fuerzas estadounidenses pudieran resguardar el arsenal debido al número de instalaciones.

Tales comentarios formulados por altos mandos militares indican que las advertencias de Obama podrían ser poco creíbles. Peor aún, crean incertidumbre sobre la capacidad de los Estados Unidos de actuar en casos de países con recursos nucleares que sufran revueltas, guerras civiles o colapsos políticos – y cuyas salvaguardas atómicas internas no sean suficientes para impedir que los desastres nucleares se propaguen a otras regiones.

Esos riesgos exigen análisis y planeación. No obstante, esperar que el gobierno de los Estados Unidos diseñe por sí solo la estrategia más efectiva con las ideas de un solo grupo aislado es pedir demasiado. Los análisis externos –incluidos los estudios publicados de los organismos de investigación del congreso, los grupos de reflexión y los académicos- podrían aportar ideas importantes.

Después de las recientes guerras  mal ejecutadas por los Estados Unidos y ante la confusa planeación en lo que se refiere a las armas químicas de Siria, esos análisis externos son lo menos que pueden esperar los Estados Unidos y sus aliados a fin de impedir que se concrete nuestro mayor temor: el primer ataque nuclear o el incidente radiológico intencional más grave del siglo XXI.

Traducción de Kena Nequiz

Copyright Project Syndicate


Bennett Ramberg fue miembro de la Oficina de Asuntos Político-Militares durante la administración de George H.W. Bush. Es autor de varios libros sobre seguridad internacional.

For additional reading on this topic please see:

Yemen’s Military-Security Reform: Seeds of New Conflict?
Probing for Chemical Attacks in Syria
Kein Frühling in Bahrain


For more information on issues and events that shape our world please visit the ISN’s featured editorial content and Security Watch.

الدولة العربية المنهارة

Protests in Bahrain
Protester in Bahrain. Photo: Al Jazeera English.

بوسطن ــ كان ما يُعرف بالربيع العربي سبباً في توليد موجة من الأمل بين المناضلين من أجل فرض قيم الديمقراطية على الأنظمة الاستبدادية الحاكمة في العالم العربي. ولكن الآن، بعد تغيير الزعامات في تونس ومصر وليبيا واليمن، وفي ظل حرب أهلية وحشية تدور رحاها في سوريا، والأجواء المشحونة على نحو متزايد في البحرين والسودان والأردن والعراق، كَثُر الحديث عن تحول كبير ــ وأمل في التحسن ــ في طبيعة الدولة العربية وآفاق نجاحها.

بيد أن الأمل ــ “ذلك الشيء المكسو بالريش”، كما وصفته الشاعرة الأميركية إميلي ديكنسون ــ لا يشبه الحقائق على الأرض في كثير من الأحيان إلا قليلا. وبالنظر إلى أرض الواقع فيبدو أن جمال الربيع العربي أخلى السبيل لشتاء قارص يكاد لا يُحتمل.

فبرغم كل التفاؤل الذي لاح قبل عامين، فإن الواقع السياسي المشؤوم ربما يجعل مفهوم الدولة القومية متضارباً مع العالم العربي الجديد الناشئ. ونتيجة لهذا فقد أصبح السؤال الملح الآن هو كيف تتمكن المنطقة من الحفاظ على استقرارها في غياب دولة قومية مستقرة.

لا شك أن المشاكل التي تواجهها الدول العربية تتفاوت من حيث الدرجة والنوع. فبعض الدول، مثل مصر وتونس، تتمتع بمؤسسات راسخة تاريخياً تساعدها في توجيه عملية بناء المؤسسات في مرحلة ما بعد الصراع وتمنع الانهيار الكامل للدولة. وتبدو دول أخرى، مثل البحرين والأردن، مستقرة نسبيا. ولكن أغلبها تعاني من انكماش مأساوي في الناتج وسط قيود مالية شديدة وأنظمة نقدية تكاد تشرف على الانهيار، وهو ما يعمل على تقويض عنصرين متممين من عناصر الدولة القومية الناجحة: الاستقلال الاقتصادي والنمو المدعوم ذاتيا.

وعلاوة على ذلك، فقد انتخبت كل دولة زعماء (أو ثائرين نالوا تأييداً واسع النطاق) تربطهم علاقات بالحركة الإسلامية الثورية المنتشرة على مستوى العالم العربي والمعروفة باسم جماعة الإخوان المسلمين (أو في حالة البحرين، بالأهداف الإسلامية الثورية في إيران). ومن ثَم فقد أصبحت هذه الدول خاضعة لإيديولوجية دينية تسمو على الدولة القومية، ولا تخضع لمنظمات قادرة على وضع خطط قابلة للتطبيق من أجل تحقيق الاستقرار الاجتماعي، والازدهار الاقتصادي، والأمن السياسي داخل الحدود الوطنية.

وبالفعل، أسفر الضعف الناجم عن هذا عن تفكك السودان مؤخراً إلى دولتين. فكان الحكم الاستبدادي والانقسام الاجتماعي القائم على أسس دينية في السودان، إلى جانب المصاعب الاقتصادية والعجز السياسي، سبباً في التعجيل بانهيار سلطة الحكومة المركزية في الجنوب الذي تسكنه أغلبية مسيحية.

ويبدو أن نفس العملية تجري الآن ولو بوتيرة أبطأ في العراق، وسط نضال مستمر من أجل توحيد عرقيتين، العرب والأكراد، فضلاً عن أتباع الإسلام السُنّي والشيعي، في دولة قومية واحدة. وتتآكل السلطة المركزية تدريجياً بفعل انقسام البلاد المستمر إلى مناطق عرقية وطائفية، مع قيام دولة كردية ذات سيادة بحكم الأمر الواقع في الشمال.

ومن ناحية أخرى، تتضاءل في اليمن إمكانية قيام سلطة مركزية قوية، في ظل المشاكل العديدة المستعصية التي تواجهها البلاد ــ من الانقسامات الداخلية والحركات الانفصالية إلى ظهور أفرع لتنظيم القاعدة في شبه الجزيرة العربية، فضلاً عن الاقتصاد الفاشل. والآن أصبح كل من الجنوب (عدن) والشرق (حضرموت) على مسار نحو الاستقلال، وهو ما من شأنه أن يجر اليمن إلى صراع انفصالي آخر بعد ما يقرب من خمسة وعشرين عاماً من الوحدة الهشة بين شطري البلاد.

وفي ليبيا، كان انهيار نظام العقيد معمر القذافي سبباً في إلقاء البلاد إلى آتون الفوضى والقضاء على القسم الأعظم من سلطة الحكومة المركزية. فلا يزال القانون غائباً عن الجنوب، في حين يتولى المجلس الإقليمي في بنغازي حكم الشرق؛ ويبقى الغرب فقط خاضعاً للحكومة الضعيفة التماسك في طرابلس.

ويتفاقم الوضع سوءاً في سوريا، حيث حصدت أكثر الثورات العربية دموية أرواح أكثر من خمسة وسبعين ألف إنسان بالفعل، وهو ما يرجع في الأساس إلى سلوك نظام الرئيس بشّار الأسد المستبد. ومع تلاشي الدولة السورية، فإن الانهيار الحتمي للنظام سوف يؤدي إلى تقطيع أوصال البلاد بشكل دائم، فتنشأ دولة كردية بحكم الأمر الواقع في شمال شرق البلاد، ويتكون جيب مستقل في الشرق تحت سيطرة العلويين الناجين، فضلاً عن كيان منفصل للدروز في الجنوب.

ورغم إظهار البحرين والأردن لقدر أعظم من الاستقرار النسبي، فإن أياً منهما ليست محصنة ضد التقلبات. صحيح أن الثورة الشيعية في البحرين، والتي اختطفها فصيل انتهازي انتقامي إيراني، فشلت في استحثاث انهيار نظام خليفة الملكي، وفي الأردن، كانت الشرعية الدينية للنظام الملكي الهاشمي كافية لتدعيم الدولة في مواجهة التحدي المتنامي الذي تفرضه جماعة الإخوان المسلمين، في حين كان الخوف من امتداد العنف الإقليمي إلى المملكة سبباً في كبح شهية عامة الناس في الأردن مؤقتاً إلى التمرد والعصيان.

غير أن الدولتين تفتقران إلى العائدات المحلية اللازمة لدعم المؤسسات القائمة هناك. وإذا كانت كل منهما راغبة في البقاء إلى القرن المقبل، فربما كان لزاماً عليها أن تندرج ضمن اتحاد تدعمه دولة قومية أكبر وأكثر قوة ورسوخا.

وعلاوة على هذا فإن التفكك الذي شهدته المنطقة بالفعل ــ وسوف تظل تشهده بلا أدنى شك ــ سوف يتردد صداه خارج الخريطة العربية مع إنشاء دولة كردية ذات سيادة. والواقع أن مثل هذه الدولة، سواء قامت بحكم الأمر الواقع أو باعتراف رسمي واسع النطاق، سوف تخلف تأثيراً دائماً على حدود العالم العربي (سوريا والعراق) والشرق الأوسط عموما (تركيا وإيران).

لقد نجح الربيع العربي في الإطاحة ببعض الأنظمة، ولكنه فشل في الإطاحة بأنظمة أخرى. بيد أن الأمر الأكثر أهمية هو أن الربيع العربي ألقى بظلال عميقة من الشك، في كل مكان من العالم العربي ــ وخارجه ــ على قدرة الدولة القومية على البقاء. والآن ربما ولت أيام الثورات؛ واقتربت أيام الحساب.

ترجمة: إبراهيم محمد علي          Translated by: Ibrahim M. Ali

Copyright Project Syndicate

نواف عُبيد زميل زائر لدى مركز بيلفر للعلوم والشؤون الدولية في كلية كينيدي للعلوم الحكومية بجامعة هارفارد. وهذا المقال مأخوذ عن تقرير أطول بعنوان “الصيف العربي الطويل الساخن“، والذي نشره مركز بيلفر.

For additional reading on this topic please see:

Yemen’s Military-Security Reform: Seeds of New Conflict?
Probing for Chemical Attacks in Syria
Kein Frühling in Bahrain


For more information on issues and events that shape our world please visit the ISN’s featured editorial content and Security Watch.

The Collapsing Arab State

Protests in Bahrain
Protester in Bahrain. Photo: Al Jazeera English.

BOSTON – The so-called Arab Spring generated a wave of hope among those fighting or advocating for democratization of the Arab world’s authoritarian regimes. Now, following leadership changes in Tunisia, Egypt, Libya, and Yemen, and with a brutal civil war raging in Syria and increasingly fraught conditions in Bahrain, Sudan, Jordan, and Iraq, there is much talk of a major shift – and hope for improvement – in the nature and prospects of the Arab state.

But hope – “the thing with feathers,” as the American poet Emily Dickinson put it – often bears little resemblance to realities on the ground. Indeed, looking earthward, the beauty of the Arab Spring seems to have given way to an almost unbearable winter.