¿Muerte por distribuir la vacuna de la polio en Pakistán?

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US Army Capt. administring a vaccine to a Pakistani child, 2006. Photo: US Military/Wikimedia Commons

El enorme aumento de la militancia en Pakistán [en] (pdf), también está creando una serie de riesgos [en] para los trabajadores humanitarios. En el día de Año Nuevo pistoleros en motocicletas emboscaron y mataron [en] a seis trabajadoras humanitarios y un médico en la provincia de Khayber-Pakhtunkhwa. Esto marcó el último de una serie de ataques a los trabajadores de caridad de la vacunación contra la poliomielitis.

El 18 de diciembre, cinco trabajadoras humanitarias fueron asesinadas [en] mientras estaban administrando vacunas contra la polio. Al día siguiente, otro supervisor de la polio fue asesinado junto con su chofer en la ciudad noroccidental de Peshawar.

Naseer Memon, Director General de la Organización Participativa de Fortalecimiento escribe en un artículo de opinión en Dawn [en]:

La inestabilidad política, una frágil situación del orden público, instituciones débiles y polarización socio-política, hacen que el país sea un caldo de cultivo para los violentos. Estos elementos encuentran “objetivos blandos” en los trabajadores humanitarios debido a su ubicua presencia, especialmente en las zonas remotas. Una serie de casos de secuestro y asesinato de trabajadores humanitarios de alto perfil se produjo en Pakistán en los últimos años, poniendo en peligro el alcance de las organizaciones humanitarias.

Apuntando a los esfuerzos anti-polio en Pakistán

Pakistán junto con el vecino Afganistán y Nigeria está entre los pocos países donde la poliomielitis sigue siendo endémica [en]. En respuesta, las Naciones Unidas, la Cruz Roja Internacional y otras organizaciones humanitarias han estado haciendo campaña por esfuerzos de lucha contra la polio en varios distritos remotos de Pakistán Sin embargo, a menudo son víctimas de grupos militantes e incluso son objeto de teorías conspirativas.

Por ejemplo, Ehsanullah Ehsan, un portavoz de los talibanes paquistaníes, afirmó [en] que a raíz de las revelaciones que Shakil Afridi había utilizado un programa de vacunación falso para obtener información que llevó al asesinato de Osama bin Laden [en], muchos paquistaníes sospechan que los trabajadores anti-polio son agentes de Estados Unidos.

Un funcionario del Ministerio de Exteriores paquistaní también sugirió [en] que los temores de los militantes que los trabajadores de las ONG y de la salud podrían ser espías “pueden estar extendiéndose a otros lugares.” En septiembre del año pasado, las autoridades paquistaníes ordenaron [en] a seis trabajadores humanitarios de la organización Save The Children que dejaran el país, supuestamente por ayudar a una agencia de espionaje.

Justin Wilder [en], autor de una petición que demanda una investigación por la muerte de ocho trabajadores humanitarios sugiere [en]:

Parte del problema es la reacción de los líderes religiosos al programa de inmunización. Clérigos conservadores emitieron un comunicado denunciando el programa de la ONU que ayuda a administrar las vacunas orales e inyectables para los niños en barrios de alto riesgo. Ha habido rumores difundidos entre estas comunidades que el programa es un plan para esterilizar a los niños musulmanes.

Walter Russell, un blogger de la revista The American Interest, culpa [en] a los líderes paquistaníes por no hacer lo suficiente:

Como vimos en diciembre [en], estos ataques han sido condenados por el público, y muchos musulmanes paquistaníes han sido muy expresivos en su oposición a la maldad perpetrada en nombre de su religión. Pero a pesar de la protesta, los líderes de Pakistán han demostrado ser completamente incapaces de detener este tipo de cosas. Es una triste tragedia en uno de los más tristes países del mundo, y demasiados paquistaníes terminarán pagandolo con sus vidas.

Sin embargo, muchas organizaciones humanitarias están determinadas a quedarse en Pakistán a pesar de los ataques. Shaheen Begum, quien a duras penas sobrevivió a un ataque de militantes a mediados de diciembre, le dijo [en] al Sunday Telegraph:

Ahora, nuestro trabajo se vuelve más peligroso con cada día que pasa. Todavía estoy asustado de ser parte de la campaña, pero sería un signo de cobardía si retiro mi apoyo, así que he decidido seguir vacunando a los niños hasta la erradicación de la poliomielitis en Pakistán … Aunque mi familia está muy preocupada por mi seguridad, me permiten proteger a otros niños de ser lisiados. Teniendo en cuenta la determinación del gobierno y de los trabajadores de la salud, es posible que podamos erradicar la enfermedad de una vez por todas.

De la misma forma, Bushra Arian de la Asociación All Pakistan Lady Health Workers, dijo en una entrevista de PBS Newshour [en]:

Salimos de casa en casa y arriesgamos nuestras vidas para salvar a los niños inocentes de ser discapacitados permanentes.

¿Por qué? Así nuestras generaciones venideras llegarán a ser saludables. Trabajamos para nuestro país, y estamos siendo recompensados con muerte. ¿Qué clase de justicia es ésta? ¿Por qué somos señalados y asesinados?


For additional reading on this topic please see:

The Threat of Growing Extremism in Punjab

A Wake-Up Call for Pakistan

Pakistan: US Foreign Assistance


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