Mongolia: Between a Rock and a Hard Place

Ulan Bator - Bejing
Ulan Bator - Bejing. Photo: Dave Gray/flickr.

Given Mongolia’s potential to become a future commodity powerhouse, it does not seem strange that recent legislation that aims to cap foreign investment and ownership was a cause for concern among the domestic and global business community. The Strategic Foreign Investment Law  aims to confront two major challenges to Mongolia’s social and economic development. Firstly, the regime has to respond to domestic demands that resource wealth is used to benefit the wider population.  Moreover, Mongolia also seeks to reduce its dependence on its two powerful neighbors and in particular to limit Chinese influence over its economy. Neither of these dilemmas will be easily resolved.

After intense domestic lobbying, the Mongolian Parliament approved a watered-down version of the Strategic Foreign Investment Law on 17 May. Initially, the law stipulated that foreign investors seeking to buy a stake of more than 49% in Mongolian companies required the approval of Mongolia’s Foreign Investment and Foreign Trade Agency (Fifta) and Parliament.  However, following amendments aimed at appeasing foreign investors, the conditions only apply to companies involved in Mongolia’s ‘strategically important’ mining, financial, and media and telecommunications sectors and when deals are valued at above $76 million. Yet deals in which the buyer company is even partially in state ownership will require approval regardless of the sector of the business.

El creciente núcleo de intereses fundamentales de China

International Fleet Review  QINGDAO, China, 20 April, 2009.
International Fleet Review QINGDAO, China, 20 April, 2009. Photo: UNC - CFC - USFK/flickr.

TOKIO – China está embarcada en agrias disputas con Filipinas sobre el atolón Scarborough y Japón sobre las islas Senkaku, situados ambos mucho más allá de las 200 millas de aguas territoriales chinas en el Mar de la China Meridional. De hecho, hoy en día las alegaciones de China son tan ambicionas que muchos asiáticos se preguntan qué va a satisfacer su deseo de de asegurar sus “intereses fundamentales”. ¿No hay límites, o la China de hoy se concibe a sí misma como un Imperio Medio resucitado ante el que el mundo entero debe postrarse?

Hasta ahora, China se ha referido oficialmente a Taiwán, el Tíbet y la provincia de Xinjiang como “intereses fundamentales”, frase que connota una afirmación de la soberanía nacional y la integridad territorial que no admite concesiones. Ahora está tratando de aplicar el mismo término a las Islas Senkaku en su disputa con Japón, y está peligrosamente cerca de hacer el mismo reclamo para todo el Mar de la China Meridional; de hecho, algunos altos militares chinos ya lo han planteado así.

Las Islas Senkaku, ubicadas al oeste de Okinawa en el Mar de la China Meridional y actualmente deshabitadas, fueron incorporadas al Japón por el gobierno Meiji en 1895. Hubo un tiempo en que las habitaron residentes que trabajaban en un centro de secado de bonito. En 1969, la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Asia y el Lejano Oriente (CEALO) llevó a cabo un estudio del lecho marino de dicho mar e informó de la posible presencia de vastos recursos minerales subterráneos, entre ellos abundantes reservas de petróleo y gas natural cerca de las Senkakus. No pasaron dos años antes de que, en 1971, Taiwán y China reclamaran la soberanía sobre las islas, pero la postura del gobierno japonés ha sido siempre que su soberanía no está en duda.

En abril, Shintaro Ishihara, gobernador de Tokio y famoso y elocuente patriota, anunció que el gobierno metropolitano que encabeza tiene la intención de adquirir cuatro de las Islas Senkaku, que actualmente son propiedad privada de ciudadanos japoneses. Las donaciones del pueblo japonés para la compra han superado al día de hoy los 700 millones de yenes ($ 8,4 millones).

China reaccionó a la propuesta de Ishihara con su susceptibilidad habitual: se negó a recibir la visita programada de su hijo, Secretario General del Partido Liberal Democrático de Japón, principal partido opositor del país.

Por otra parte, en una reunión en Beijing a principios de este mes entre el primer ministro japonés Yoshihiko Noda y el premier chino Wen Jiabao, en el marco de una cumbre trilateral con Corea del Sur, Wen mencionó juntos el movimiento de independencia en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang y las Islas Senkaku. “Es importante respetar los intereses fundamentales y los temas de mayor preocupación de China”, enfatizó.

Hasta ese momento, el gobierno chino nunca había usado el término “interés fundamental” para las Islas Senkaku. Tras la declaración de Wen, la cumbre trilateral se deterioró. Si bien el presidente surcoreano Lee Myung-bak sostuvo conversaciones bilaterales con presidente chino Hu Jintao, se cancelaron las conversaciones entre Noda y Hu y una reunión prevista entre el presidente de la patronal japonesa Hiromasa Yonekura y el canciller chino Yang Jiechi. La declaración conjunta emitida en la cumbre se retrasó un día y omitió toda referencia a Corea del Norte, una importante preocupación de Japón y Corea del Sur.

El brusco trato de China a las autoridades japonesas probablemente se pensó como una reprimenda no sólo por las Islas Senkaku, sino también por haber acogido en mayo la Cuarta Reunión General del Congreso Mundial Uigur en Tokio. Anteriormente, esas reuniones se habían celebrado en Alemania y Estados Unidos y este encuentro, que destacó la importancia de proteger los derechos humanos y preservar las tradiciones, la cultura y el idioma del pueblo uigur, no recibió sanción ni aprobación oficial por parte del gobierno japonés .

Si una diplomacia no muy fina fuera la única manifestación de las amplias reivindicaciones territoriales de China, los líderes asiáticos podrían dormir con más tranquilidad. Pero el hecho es que la armada china está volviéndose cada vez más activa en el Mar de China Meridional, en particular cerca de las islas Senkaku y el atolón Scarborough, y también alrededor de las Islas Spratly reclamadas por Vietnam. Teniendo en cuenta el rápido aumento del presupuesto militar de China y su secretismo, esto ha generado alarma entre los demás países ribereños del Mar de la China Meridional.

Además, la actitud intimidatoria de China hacia Filipinas ha incluido no solo el envío de buques de guerra al atolón Scarborough, sino también la repentina imposición de restricciones a la importación de productos filipinos. Y las reacciones de China hacia Japón son mucho más paranoicas desde que asumiera el poder un gobierno no perteneciente al PLD.

Las pugnas de poder dentro del gobernante Partido Comunista de China en torno a la purga de Bo Xilai y el escape del activista ciego Chen Guangcheng tras su detención durante las conversaciones económicas con EE.UU. han hecho que las declaraciones de los gobernantes nacionalistas chinos sean todavía más estridentes que lo habitual. Ningún funcionario quiere parecer blando cuando se tocan los supuestos “intereses fundamentales” de China.

Hasta el momento, China no ha desatado la clase de manifestaciones de masas contra Japón y otros países que ha utilizado en el pasado para expresar su descontento. Pero esto probablemente refleje el nerviosismo de sus gobernantes tras la purga de Bo: no pueden garantizar que una manifestación antijaponesa no acabe por convertirse en una protesta contra el gobierno.

Los verdaderos intereses fundamentales de China no están en la expansión territorial y la hegemonía sobre sus vecinos, sino en la defensa de los derechos humanos y la mejora del bienestar de sus propios ciudadanos, que son a su vez los intereses centrales del mundo sobre China. Hasta que acepte que sus reivindicaciones territoriales en el Mar de China Meridional se deben discutir multilateralmente, de modo que los países más pequeños como Filipinas y Vietnam no se sientan amenazados, sus cada vez más amplios “intereses fundamentales” no harán más que causar inestabilidad en el este de Asia.

Traducido del inglés por David Meléndez Tormen

Copyright Project Syndicate

Yuriko Koike ha sido Ministra de Defensa y Asesora de Seguridad Nacional del Japón.
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China’s Expanding Core

International Fleet Review  QINGDAO, China, 20 April, 2009.
International Fleet Review QINGDAO, China, 20 April, 2009. Photo: UNC - CFC - USFK/flickr.

TOKYO – China is now engaged in bitter disputes with the Philippines over Scarborough Shoal and Japan over the Senkaku Islands, both located far beyond China’s 200-mile-wide territorial waters in the South China Sea. Indeed, so expansive are China’s claims nowadays that many Asians are wondering what will satisfy China’s desire to secure its “core interests.” Are there no limits, or does today’s China conceive of itself as a restored Middle Kingdom, to whom the entire world must kowtow?

So far, China has formally referred to Taiwan, Tibet, and Xinjiang province as “core interests,” a phrase that connotes an assertion of national sovereignty and territorial integrity that will brook no compromise. Now China is attempting to apply the same term to the Senkaku Islands in its dispute with Japan, and is perilously close to making the same claim for the entire South China Sea; indeed, some Chinese military officers already have.

Les intérêts fondamentaux croissants de la Chine

International Fleet Review  QINGDAO, China, 20 April, 2009.
International Fleet Review QINGDAO, China, 20 April, 2009. Photo: UNC - CFC - USFK/flickr.

TOKYO – La Chine est aujourd’hui en conflit avec les Philippines à propos du récif de Scarborough et avec le Japon à propos des îles Senkaku, tous deux situés bien au-delà de la limite de 200 milles marins des eaux territoriales chinoises en mer de Chine méridionale. À vrai dire, les revendications de la Chine sont aujourd’hui tellement étendues que de nombreux Asiatiques se demandent ce qui pourrait bien satisfaire le désir de la Chine de garantir ses « intérêts fondamentaux ». N’y a-t-il aucune limite, ou la Chine se perçoit-elle à nouveau comme l’Empire du Milieu devant lequel le monde entier doit s’incliner ?

Jusqu’à présent, la Chine a formellement mentionné Taïwan, le Tibet et la province du Xinjiang comme faisant partie de ses« intérêts fondamentaux », des termes qui évoquent de façon péremptoire les notions de souveraineté nationale et d’intégrité territoriale. La Chine tente aujourd’hui d’appliquer les mêmes termes aux îles Senkaku et s’approche dangereusement du moment où cette revendication s’appliquera à l’ensemble de la mer de Chine méridionale ; en fait certains gradés chinois l’ont déjà fait.

Les îles Senkaku, situées à l’ouest d’Okinawa dans la mer de Chine orientale et aujourd’hui inhabitées, ont été rattachées au Japon par le gouvernement Meiji en 1895. Elles ont brièvement été occupées par les employés d’une entreprise de pêche de bonites. En 1969, la Commission économique pour l’Asie et l’Extrême-Orient des Nations Unies (CESAP) a effectué un relevé topographique des fonds marins de la mer de Chine orientale et a conclu à la présence possible de vastes gisements de minéraux, dont des réserves importantes d’hydrocarbures près des îles Senkaku. Deux ans s’écoulèrent avant que Taïwan et la Chine revendiquent chacun l’archipel, en 1971, mais la position du gouvernement japonais a toujours été que sa souveraineté ne faisait aucun doute.

En avril dernier, le gouverneur de la préfecture de Tokyo, Shintaro Ishihara, un patriote très connu et éloquent, a annoncé que le gouvernement métropolitain envisageait de racheter les quatre îles de l’archipel, aujourd’hui aux mains de propriétaires japonais privés. Les dons effectués par la population japonaise en vue de cette opération s’élèvent actuellement à plus de 700 millions de yens (8,4 millions de dollars).

Les autorités chinoises ont réagi à la proposition de Ishihara avec leur sensibilité coutumière en refusant de recevoir le fils de Ishihara, le secrétaire général du Parti libéral démocrate, le principal parti d’opposition, alors que sa visite était prévue depuis longtemps.

Et lors d’une réunion plus tôt ce mois-ci entre les Premiers ministres japonais, Yoshihiko Noda, et chinois, Wen Jiabao, à l’occasion d’un sommet trilatéral avec la Corée du Sud, Wen a mentionné le mouvement indépendantiste ouïghour de la province autonome du Xinjiang et les îles Senkaku dans la même phrase. « il est important de respecter les intérêts fondamentaux de la Chine et les questions particulièrement sensibles », a-t-il souligné.

Jusqu’à ce moment, le gouvernement chinois n’avait jamais utilisé les termes « intérêts fondamentaux » pour parler des îles Senkaku. À la suite de la déclaration de Wen, le sommet s’est rapidement détérioré. Tandis que le président sud-coréen Lee Myung-bak s’entretenait avec le président chinois Hu Jintao, les discussions prévues entre Noda et Hu, ainsi que la réunion prévue entre le président de la fédération patronale Keidanren, Hiromasa Yonekura, et le ministre chinois des Affaires étrangères, Yang Jiechi, étaient annulées. La déclaration conjointe à l’issue du sommet a été retardée d’une journée et ne faisait aucune référence à la Corée du Nord, pourtant l’un des principaux sujets de préoccupation pour le Japon comme pour la Corée du Sud.

Les camouflets infligés aux dirigeants japonais n’avaient sans doute pas seulement pour objectif de servir d’avertissement au sujet des îles Senkaku, mais également de critique du Japon pour avoir accueilli la quatrième conférence du Congrès mondial ouïghour à Tokyo en mai dernier. Ces conférences avaient été précédemment organisées en Allemagne et aux Etats-Unis et celle-ci, qui a souligné la nécessité de protéger les droits de l’homme et les traditions, la culture et la langue ouïghours, n’avait pas reçu l’aval officiel du gouvernement japonais.

Si la raideur diplomatique était la seule manifestation des revendications territoriales étendues de la Chine, les dirigeants asiatiques pourraient dormir tranquillement. Mais il faut bien remarquer que la marine chinoise est de plus en plus présente en mer de Chine méridionale, non seulement autour des îles Senkaku et du récif de Scarborough, mais également à proximité des îles Spratleys revendiquées par le Vietnam. À la lumière de la culture du secret et de l’augmentation considérable du budget de l’armée chinoise, la nouvelle détermination de la Chine a fait naître une certaine anxiété parmi les autres pays riverains de la mer de Chine méridionale.

L’intimidation des Philippines par les autorités chinoises a par exemple compris, outre l’envoi de navires de guerre au large du récif de Scarborough, une soudaine restriction des importations de produits philippins. Et les réactions de la Chine à l’égard du Japon sont devenues bien plus paranoïaques depuis que le Parti démocrate du Japon (PDJ) est au pouvoir.

Les luttes intestines au sein du parti communiste chinois à la suite de l’éviction de Bo Xilai, et la fuite du militant aveugle des droits de l’homme Chen Guangchen lors de discussions économiques avec les Etats-Unis, ont rendu les déclarations nationalistes des dirigeants chinois plus tranchées que d’habitude. Aucun responsable ne veut apparaître conciliant lorsque les « intérêts fondamentaux » supposés de la Chine sont en jeu.

Les autorités chinoises n’ont pas jusqu’à présent organisé de manifestations monstres contre le Japon, ou d’autres pays, habituellement utilisées pour faire part de leur mécontentement. Mais cette omission ne fait sans doute que refléter la position instable des dirigeants chinois dans le sillage de la chute de Bo : ils ne peuvent être sûrs qu’une manifestation anti-japonaise ne dégénère pas en une manifestation contre le gouvernement.

Les véritables intérêts fondamentaux de la Chine ne sont ni son expansion territoriale, ni son hégémonie sur les pays voisins, mais le respect des droits de l’homme et l’amélioration du bien-être de ses citoyens, qui coïncident avec les intérêts fondamentaux de la communauté internationale au sujet de la Chine. Jusqu’à ce que les autorités chinoises comprennent que leurs revendications territoriales en mer de Chine méridionale doivent faire l’objet de discussions multilatérales, de façon à ce que des pays plus petits comme les Philippines et le Vietnam ne se sentent pas menacés, les « intérêts fondamentaux » grandissants de la Chine seront à l’origine de l’instabilité en Asie de l’Est.

Traduit de l’anglais par Julia Gallin

Copyright Project Syndicate

Yuriko Koike est une ancienne ministre japonaise de la Défense et conseillère de sécurité nationale.
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الصين التوسعية

International Fleet Review  QINGDAO, China, 20 April, 2009.
International Fleet Review QINGDAO, China, 20 April, 2009. Photo: UNC - CFC - USFK/flickr.

طوكيو ــ إن الصين منهمكة الآن في نزاعات مريرة مع الفلبين حول جزر سكاربورو ومع اليابان حول جزر سينكاكو، وكل من مجموعتي الجزر تقع خارج المياه الإقليمية للصين أي على بعد أكثر من 200 ميل من ساحلها على بحر الصين الجنوبي. والواقع أن مطالبات الصين في هذه الأيام أصبحت توسعية إلى الحد الذي يجعل العديد من الآسيويين يتساءلون ما الذي قد يرضي رغبة الصين في تأمين “مصالحها الأساسية”. ألا توجد حدود، أم أن الصين اليوم ترى في نفسها مملكة وسطى عادت إلى الوجود من جديد، وينبغي للعالم أجمع أن يخضع لها؟

حتى وقتنا هذا، أشارت الصين رسمياً إلى تايوان، والتبت، وإقليم شينجيانج باعتبارها “مصالح أساسية”، وهي العبارة التي تعني ضمناً التأكيد على السيادة الوطنية والسلامة الإقليمية على نحو لا يقبل أي تنازل أو حلول وسط. والآن تسعى الصين إلى تطبيق نفس المصطلح على جزر سينكاكو المتنازع عليها مع اليابان، واقتربت إلى حد خطير من المطالبة ببحر الصين الجنوبي بالكامل؛ بل إن بعض ضباط الجيش الصيني طالبوا به بالفعل.

إن جزر سينكاكو التي تقع إلى الغرب من أوكيناوا في بحر الصين الشرقي، وهي غير مأهولة في الوقت الحالي، ضُمَت إلى اليابان بواسطة حكومة ميجي في عام 1895. وعند وقت ما، كان هناك سكان معتادون يعملون في منشأة لتجفيف الأسماك. وفي عام 1969، أكملت لجنة الأمم المتحدة الاقتصادية لآسيا والشرق الأقصى مسحاً لقاع بحر الصين الشرقي، ونشرت تقريراً عن احتمال وجود موارد معدنية هائلة تحت الأرض، بما في ذلك احتياطيات وفيرة من النفط والغاز الطبيعي بالقرب من جزر سينكاكو. ثم مر عامان قبل أن تطالب تايوان والصين بسيادتهما على الجزر في عام 1971، ولكن موقف الحكومة اليابانية كان يتلخص دوماً في أن سيادة اليابان على الجزر ليست محل جدال.

وفي شهر إبريل/نيسان، أعلن حاكم طوكيو شينتارو ايشيهارا، وهو رجل وطني شهير وفصيح اللسان، أعلن أن الحكومة المدنية التي يترأسها تخطط للاستحواذ على أربع من جزر سينكاكو، والتي هي مملوكة حالياً لمواطنين يابانيين. والآن تجاوزت التبرعات من قِبَل مواطنين يابانيين لشراء الجزر 700 مليون ين ياباني (8,4 مليون دولار أميركي).

وجاء رد الصين على اقتراح ايشيهارا مشرباً بحساسيتها المعتادة: فقد رفضت استقبال الزيارة المقررة لنجل ايشيهارا، الذي يشغل منصب الأمين العام للحزب الديمقراطي الليبرالي الياباني، وهو حزب المعارضة الرئيسي في البلاد.

فضلاً عن ذلك، وفي اجتماع عقد في بكين في وقت سابق من هذا الشهر بين رئيس الوزراء الياباني يوشيهيكو نودا ورئيس مجلس الدولة الصيني ون جيا باو في إطار القمة الثلاثية مع كوريا الجنوبية، تحدث ون جيا باو عن حركة الاستقلال في إقليم اليوغور الذي يتمتع بالحكم الذاتي في شينجيانج وجزر سينكاكو في نَفَس واحد، ثم أضاف مؤكدا: “من الأهمية بمكان أن تُحتَرَم مصالح الصين الأساسية والقضايا ذات الأهمية”.

حتى تلك اللحظة، لم تكن الحكومة الصينية تستخدم مصطلح “مصلحة أساسية” عندما تتحدث عن جزر سينكاكو. وفي أعقاب بيان ون جيا باو، تدهورت القمة الثلاثية. وفي حين عقد رئيس كوريا الجنوبية لي ميونج باك محادثات ثنائية مع الرئيس الصينيين هو جين تاو، فقد ألغيت المحادثات بين نودا وهو حين تاو، والاجتماع المقرر بين رئيس الاتحاد التجاري هيروماسا يونيكورا ووزير الخارجية الصيني يانج جاي تشي. ولقد تأجل إصدار الإعلان المشترك للقمة ليوم واحد، وحذفت منه كل الإشارات إلى كوريا الشمالية ــ وهي مبعث قلق رئيسي لكل من اليابان وكوريا الجنوبية.

إن تعامل الصين بهذه الطريقة الفظة مع قادة اليابان ربما كان المقصود منه توبيخهم، ليس فقط فيما يتصل بقضية جزر سينكاكو بل وأيضاً بسبب استضافة طوكيو للاجتماع العام الرابع لمؤتمر اليوغور في شهر مايو/أيار. فيما سبق، كانت مثل هذه الاجتماعات تعقد في ألمانيا والولايات المتحدة، والواقع أن الاجتماع الأخير، الذي شدد على أهمية حماية حقوق الإنسان والحفاظ على تقاليد وثقافة ولغة أهل اليوغور، لم يتلق أي موافقة رسمية أو تأييد من قِبَل الحكومة اليابانية.

لو كانت هذه الدبلوماسية الفظة هي المظهر الوحيد لمطالبات الصين الإقليمية التوسعية، فربما كان بوسع زعماء آسيا أن يناموا ملء أجفانهم. ولكن الحقيقة هي أن البحرية الصينية أصبحت متزايدة النشاط في بحر الصين الجنوبي، عند جزر سينكاكو وجزر سكاربورو بشكل خاص، ولكن أيضاً حول جزر سبراتلي التي تطالب بها فيتنام. ونظراً لميزانية الصين الدفاعية المتضخمة والسرية التي تحيط بها، فإن هذه العدوانية الجديدة كانت سبباً في إطلاق أجراس الإنذار بين الدول الأخرى المطلة على بحر الصين الجنوبي.

فضلاً عن ذلك فإن استئساد الصين على الفلبين لم يقتصر على إرسال سفن حربية إلى جزر سكاربورو، بل واشتمل أيضاً على فرض قيود مفاجئة على الواردات القادمة من الفلبين. كما كانت ردود فعل الصين في التعامل مع اليابان أكثر ميلاً إلى تغليب جنون العظمة منذ لم تصل أي حكومة تابعة للحزب الديمقراطي الليبرالي إلى السلطة.

إن الصراعات على السلطة داخل الحزب الشيوعي الصيني الحاكم حول تطهير بو تشي لاي، وهروب الناشط الكفيف تشين جوانج تشينج من مقر احتجازه أثناء المحادثات الاقتصادية مع الولايات المتحدة، جعلت تأكيدات الزعماء الصينيين القومية أكثر حدة من المعتاد. ولا يريد أي من المسؤولين أن يبدو متهاوناً عندما يتعلق الأمر بالمصالح الأساسية الصينية المفترضة.

حتى الآن، لم تطلق الصين ذلك النوع من المظاهرات الحاشدة ضد اليابان كما تعودت في الماضي للتعبير عن استيائها. ولكن ربما يعكس هذا حالة التوتر التي يعيشها زعماء الصين في أعقاب تطهير بو: فهم لا يضمنون ألا تتحول المظاهرات المناهضة لليابان إلى احتجاجات ضد الحكومة.

إن مصالح الصين الأساسية الحقيقية ليست في التوسع الإقليمي والهيمنة على جيرانها، بل في الدفاع عن حقوق الإنسان وتحسين رفاهة مواطنيها، وهذه هي مصلحة العالم الأساسية في الصين. ولكن إلى أن تتقبل الصين حقيقة مفادها أن مطالباتها الإقليمية في بحر الصين الجنوبي لابد أن تخضع للمناقشة في إطار متعدد الأطراف، حتى لا تشعر الدول الأصغر حجماً مثل الفلبين وفيتنام بأنها مهددة، فإن “المصالح الأساسية” الصينية المتزايدة التوسع سوف تتحول إلى سبب أساسي لعدم الاستقرار في شرق آسيا.

ترجمة: أمين علي Translated by: Amin Ali

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يوريكو كويكي وزيرة الدفاع ومستشارة الأمن القومي في اليابان سابقا.

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